Queridos amigos:
Para introducirnos en la Peregrinación
de 2019, con el tema «Bienaventurados
vosotros los pobres», el P. André Cabes, rector del Santuario de Lourdes,
nos invita a «sondear el corazón de Bernardita Soubirous»
El año 2019 celebra el 175
aniversario del nacimiento de Bernardita Soubirous y el 140 de su muerte. Estos
acontecimientos permiten profundizar su testimonio de vida y estar atentos a su
testamento espiritual.
La pequeña Bernardita, que recibió las confidencias
de la Virgen María 18 veces durante las Apariciones de Lourdes en 1858, se ha
convertido en santa, no por haber tenido las visitas de María, sino por su
manera de vivir de ellas. Nos invita a seguirla por este camino del Evangelio y
la verdadera vida.
« Bienaventurados vosotros,
los pobres » más que un tema del año, un programa de santidad.
En este año de la Misión
Diocesana “Euntes” esperamos poder dejar en Lourdes un gesto concreto de
solidaridad vivida, un gesto que nos inspire para la vida ordinaria, una vez
que regresemos a casa.
Camino de Bernardita, trazado
por María. Camino del Evangelio, anunciado a los pobres, a través de la miseria
misma, del mal y el barro. Camino de una felicidad con sabor a manantial, que
hay que compartir. Comunión a la vida misma de Jesús, que se hizo pobre para enriquecernos
de su pobreza.
El Papa Francisco en su
Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres nos decía que no olvidemos que
para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a
Jesús pobre. Es un caminar detrás de él y con él, un camino que lleva a la
felicidad del reino de los cielos (cf. Mt 5,3; Lc 6,20).
«Cada vez que lo hicisteis con uno de estos,
mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt
25,40). Estos hermanos más pequeños, sus predilectos, son el hambriento y el
enfermo, el forastero y el encarcelado, el pobre y el abandonado, el que sufre
sin ayuda y el necesitado. Sobre sus caras podemos imaginar impreso su rostro;
sobre sus labios, incluso si están cerrados por el dolor, sus palabras: «Esto
es mi cuerpo» (Mt 26, 26). En el pobre, Jesús llama a la puerta de
nuestro corazón y, sediento, nos pide amor. Cuando vencemos la indiferencia y
en el nombre de Jesús nos prodigamos por sus hermanos más pequeños, somos sus
amigos buenos y fieles, con los que él ama estar.
Que la Virgen Inmaculada,
Ntra. Sra. de Lourdes, interceda para
que los frutos de la Misión Diocesana sean prenda de un renovado empuje en la
vida cristiana.
A todos, mi saludo
cordial y mi oración
Rafael Gil Vicuña
Consiliario de la Hospitalidad de
Lourdes de La Rioja
Explicación de las apariciones y el mensaje de Lourdes por el Padre Horacio Brito