¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
• Oración Milagrosa de Sanación a la Virgen de Lourdes
ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DE LOS ENFERMOS:
“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”. (Papa Francisco)
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.
ORACION DEL TERCER DIA
Reina Inmaculada que, apareciendo personalmente cual majestuosa Señora en la gruta de Lourdes, honrasteis con vuestra benigna mirada y con la comunicación de vuestros secretos a la pobre y enfermiza Bernardita, tanto menos estimada de los hombres por la falta de toda cultura, cuanto más acepta a Vos por el candor de su inocencia y el fervor de su devoción; obtened para nosotros la gracia de que, poniendo siempre nuestra gloria en hacernos gratos al Señor con una vida enteramente conforme a nuestros deberes, nos hagamos al mismo tiempo merecedores siempre de vuestras especiales bendiciones. Amén
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo mal ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Ante ti, Virgen de Lourdes, ante tu corazón inmaculado, queremos unirnos hoy de nuevo a nuestro Redentor que se ha ofrecido por los hombres, a fin de regenerarlos con el perdón y alimentarlos con su vida. Tú, que te has unido, más que nadie a su ofrenda por la salvación del mundo. Y Tú , mediante la voz de Bernardita, nos suplicas que acojamos la invitación a la penitencia, a la conversión, a la plegaria. No permitas jamás que en nuestro camino olvidemos tu llamada. Madre de los hombre s y de los pueblos, Tú que conoces sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú que percibes de una manera maternal sus luchas entre el bien y el mal, entre la luz y la tiniebla, escucha nuestra oración, en en ayuda de tus hijos durante la prueba. Confiamos especialmente a tu amor maternal los hijos de este pueblo. Ellos no han dejado de honrarte con sus tradiciones, peregrinaciones, y con la piedad popular, seguros de estar cerca de Cristo, al contemplarte a Ti, al escucharte y al rezarte.
Tu misma has hecho que Bernardita tuviera la experiencia de tu dulce presencia, encomendándole un mensaje que es eco de la Palabra de Dios confiada a la Iglesia. La ofrenda que nosotros mismos hacemos ante Ti, como Madre de Lourdes, debe ser la obra personal de cada uno, de cada familia, de cada parroquia, y es bueno que la renueve cada generación expresándote su plena confianza en Ti.
Te suplicamos, Señora de Lourdes , que nuestra fe cristiana triunfe sobre todas las acechanzas, para que sea fielmente transmitida y las generaciones jóvenes la acojan de verdad. Te suplicamos que todos seamos asiduos en la oración. Te invocamos para que siempre surjan cristianos convencidos, santos, que arrastren a sus hermanos a una vida desbordante de amor a Dios y al prójimo y de celo por la nueva evangelización. Te pedimos que la caridad y la unidad, la alegría y la esperanza habiten en toda la Iglesia.
¡Oh María, Madre nuestra de Lourdes! Obtén para todos nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de renovarnos en la fe, en la esperanza y en el amor. Te encomendamos a los que Tu más quieres, a los enfermos, a los pobres, a los que sufren, a todos los desvalidos. Confiamos en tu corazón inmaculado y a tu amor maternal de nuestras vidas: AMÉN.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, que te apareciste 18 veces a Bernardette en la Gruta de Lourdes para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la Eucaristía y a la vida dentro de la Iglesia.
Para poder responder mejor a tu llamada me consagro a tu Hijo Jesús por intermedio de Tus manos.
Hazme docil a su Espíritu; y por el fervor de mi fe, por la transparencia de toda mi vida por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje par Ti ayudando a los más necesitados para la reconciliación de los hombres, para la unidad de la Iglesia y para la paz del mundo.
Con el corazón abierto, Madre mía, te dirijo esta oración rogandote que la recibas y le des tu aprobación.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Salve
Nuestra Señora de Lourdes: Ruega por nosotros
Santa Bernardita: Ruega por nosotros
ORACION FINAL
Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
• Oración Milagrosa de Sanación a la Virgen de Lourdes
ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DE LOS ENFERMOS:
“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.
ORACION DEL SEGUNDO DIA
Nuestra Señora de Lourdes, salud de los enfermos, ruega por nosotros. Madre de Dios y Madre nuestra, intercede por la sanación de los enfermos que te presentamos, cúbrelos con tu manto, acógelos en tus brazos. Dales fuerza y paz a aquellos que no pueden recobrar la salud, para que sus sufrimientos sean una luz para aquellos que necesitan un testimonio de amor a tu Santísimo Hijo.
Propósito: Rezar con todo el corazón el acto de consagración a María…
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo mal ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Ante ti, Virgen de Lourdes, ante tu corazón inmaculado, queremos unirnos hoy de nuevo a nuestro Redentor que se ha ofrecido por los hombres, a fin de regenerarlos con el perdón y alimentarlos con su vida. Tú, que te has unido, más que nadie a su ofrenda por la salvación del mundo. Y Tú , mediante la voz de Bernardita, nos suplicas que acojamos la invitación a la penitencia, a la conversión, a la plegaria. No permitas jamás que en nuestro camino olvidemos tu llamada. Madre de los hombre s y de los pueblos, Tú que conoces sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú que percibes de una manera maternal sus luchas entre el bien y el mal, entre la luz y la tiniebla, escucha nuestra oración, en en ayuda de tus hijos durante la prueba. Confiamos especialmente a tu amor maternal los hijos de este pueblo. Ellos no han dejado de honrarte con sus tradiciones, peregrinaciones, y con la piedad popular, seguros de estar cerca de Cristo, al contemplarte a Ti, al escucharte y al rezarte.
Tu misma has hecho que Bernardita tuviera la experiencia de tu dulce presencia, encomendándole un mensaje que es eco de la Palabra de Dios confiada a la Iglesia. La ofrenda que nosotros mismos hacemos ante Ti, como Madre de Lourdes, debe ser la obra personal de cada uno, de cada familia, de cada parroquia, y es bueno que la renueve cada generación expresándote su plena confianza en Ti.
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Te suplicamos, Señora de Lourdes , que nuestra fe cristiana triunfe sobre todas las acechanzas, para que sea fielmente transmitida y las generaciones jóvenes la acojan de verdad. Te suplicamos que todos seamos asiduos en la oración. Te invocamos para que siempre surjan cristianos convencidos, santos, que arrastren a sus hermanos a una vida desbordante de amor a Dios y al prójimo y de celo por la nueva evangelización. Te pedimos que la caridad y la unidad, la alegría y la esperanza habiten en toda la Iglesia.
¡Oh María, Madre nuestra de Lourdes! Obtén para todos nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de renovarnos en la fe, en la esperanza y en el amor. Te encomendamos a los que Tu más quieres, a los enfermos, a los pobres, a los que sufren, a todos los desvalidos. Confiamos en tu corazón inmaculado y a tu amor maternal de nuestras vidas: AMÉN.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, que te apareciste 18 veces a Bernardette en la Gruta de Lourdes para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la Eucaristía y a la vida dentro de la Iglesia.
Para poder responder mejor a tu llamada me consagro a tu Hijo Jesús por intermedio de Tus manos.
Hazme docil a su Espíritu; y por el fervor de mi fe, por la transparencia de toda mi vida por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje par Ti ayudando a los más necesitados para la reconciliación de los hombres, para la unidad de la Iglesia y para la paz del mundo.
Con el corazón abierto, Madre mía, te dirijo esta oración rogandote que la recibas y le des tu aprobación.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Salve
Nuestra Señora de Lourdes: Ruega por nosotros
Santa Bernardita: Ruega por nosotros
ORACION FINAL
Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
• Oración Milagrosa de Sanación a la Virgen de Lourdes
Oración del Papa ante el coronavirus
“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.(Papa Francisco)
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.
ORACION DEL PRIMER DIA
Nuestra Señora de Lourdes, Virgen inmaculada, ruega por nosotros. Nuestra Señora de Lourdes, aquí estoy a tus pies para solicitar esta gracia: que yo tenga confianza en que tu poder intercesor es inquebrantable. Todo lo puedes obtener de tu Divino Hijo.
Un propósito: Haz un acto de reconciliación hacia una persona que haya sido hostil o de quien te has alejado por antipatía.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo mal ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Ante ti, Virgen de Lourdes, ante tu corazón inmaculado, queremos unirnos hoy de nuevo a nuestro Redentor que se ha ofrecido por los hombres, a fin de regenerarlos con el perdón y alimentarlos con su vida. Tú, que te has unido, más que nadie a su ofrenda por la salvación del mundo. Y Tú , mediante la voz de Bernardita, nos suplicas que acojamos la invitación a la penitencia, a la conversión, a la plegaria. No permitas jamás que en nuestro camino olvidemos tu llamada. Madre de los hombre s y de los pueblos, Tú que conoces sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú que percibes de una manera maternal sus luchas entre el bien y el mal, entre la luz y la tiniebla, escucha nuestra oración, en en ayuda de tus hijos durante la prueba. Confiamos especialmente a tu amor maternal los hijos de este pueblo. Ellos no han dejado de honrarte con sus tradiciones, peregrinaciones, y con la piedad popular, seguros de estar cerca de Cristo, al contemplarte a Ti, al escucharte y al rezarte.
Tu misma has hecho que Bernardita tuviera la experiencia de tu dulce presencia, encomendándole un mensaje que es eco de la Palabra de Dios confiada a la Iglesia. La ofrenda que nosotros mismos hacemos ante Ti, como Madre de Lourdes, debe ser la obra personal de cada uno, de cada familia, de cada parroquia, y es bueno que la renueve cada generación expresándote su plena confianza en Ti.
Te suplicamos, Señora de Lourdes , que nuestra fe cristiana triunfe sobre todas las acechanzas, para que sea fielmente transmitida y las generaciones jóvenes la acojan de verdad. Te suplicamos que todos seamos asiduos en la oración. Te invocamos para que siempre surjan cristianos convencidos, santos, que arrastren a sus hermanos a una vida desbordante de amor a Dios y al prójimo y de celo por la nueva evangelización. Te pedimos que la caridad y la unidad, la alegría y la esperanza habiten en toda la Iglesia.
¡Oh María, Madre nuestra de Lourdes! Obtén para todos nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de renovarnos en la fe, en la esperanza y en el amor. Te encomendamos a los que Tu más quieres, a los enfermos, a los pobres, a los que sufren, a todos los desvalidos. Confiamos en tu corazón inmaculado y a tu amor maternal de nuestras vidas: AMÉN.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, que te apareciste 18 veces a Bernardette en la Gruta de Lourdes para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la Eucaristía y a la vida dentro de la Iglesia.
Para poder responder mejor a tu llamada me consagro a tu Hijo Jesús por intermedio de Tus manos.
Hazme docil a su Espíritu; y por el fervor de mi fe, por la transparencia de toda mi vida por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje par Ti ayudando a los más necesitados para la reconciliación de los hombres, para la unidad de la Iglesia y para la paz del mundo.
Con el corazón abierto, Madre mía, te dirijo esta oración rogandote que la recibas y le des tu aprobación.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.
Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti
Salve
Nuestra Señora de Lourdes: Ruega por nosotros
Santa Bernardita: Ruega por nosotros
ORACION FINAL
Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.