jueves, 11 de diciembre de 2025

PARA TODOS LOS VOLUNTARIOS DE LA HOSPITALIDAD CON TODO MI CARIÑO Y MI MAYOR AGRADECIMIENTO

 
LOURDES. En este lugar donde el silencio habla más fuerte que las palabras, donde cada vela encendida es una súplica y cada mirada al Santísimo es un acto de fe... aquí, en Lourdes, la Hospitalidad se convierte en oración encarnada.

Aquí el amor se arrodilla. Se inclina. Se hace pequeño para levantar al otro. Y en cada gesto humilde, en cada jornada agotadora, e cada lágrima compartida...Cristo pasa.

Porque en Lourdes, la Hospitalidad no es solo una organización. Es un milagro cotidiano. Es el Evangelio hecho carne.

Durante décadas, miles de voluntarios han venido aquí...para servir. Para amar. Para acompañar. Son rostros que no aparecen en los carteles, pero que sostienen el milagro cotidiano. Manos que empujan, sillas de ruedas con ternura, brazos que levantan cuerpos cansados, sonrisas que alivian más que mil medicinas, miradas que dicen: ¨"estás en casa". Son voluntarios que no buscan reconocimiento, sino rostros. Que no esperan aplausos, sino la alegría de servir.

Son jóvenes, adultos, ancianos... todos unidos por una misma llamada: hacer presente a Cristo en el servicio humilde.

A veces no hacen falta palabras. Basta una mirada al Santísimo para entenderlo todo. En Lourdes, el silencio no es ausencia...es presencia. Es Cristo que espera. es el corazón que se rinde. Es el lugar donde la Hospitalidad se arrodilla primero ante él, para luego levantarse y servir.

María José 


PARA TODOS LOS VOLUNTARIOS DE LA HOSPITALIDAD CON TODO MI CARIÑO Y MI MAYOR AGRADECIMIENTO

  LOURDES. En este lugar donde el silencio habla más fuerte que las palabras, donde cada vela encendida es una súplica y cada mirada al Sant...