SALUDO DEL SACERDOTE
CANTO
MONICIÓN DE ENTRADA
Estamos aquí reunidos para celebrar la alegría de su presencia entre nosotros y la vida nueva que él nos da.
Hoy, nuestra celebración tiene un tono peculiar. Un grupo de miembros de la Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes de La Rioja va a recibir el sacramento de la Unción, el sacramento con el que Jesucristo se acerca a ellos con su fuerza, para acompañarles, confortarlos y llenarlos de vida.
Bienvenidos todos vosotros, los que vais a recibir el sacramento de la Unción. Hoy Jesucristo vendrá a vosotros y os afirmará con su gracia. El os ayudará a vivir con serenidad, con confianza, con paz, con amor y cariño hacia los demás. Y , unidos a él, seguiréis anunciando a todos que la vejez, la enfermedad y el sufrimiento nunca podrán quitarnos nuestra esperanza.
Aprovechamos este momento para agradecemos vuestra entrega, vuestro trabajo, todo lo que habéis aportado a nuestra sociedad y, sobre todo, el testimonio de vuestra fe, la fe que ahora todos unidos vamos a celebrar.
RITO DE PERDÓN
Hermanos: para participar con fruto en esta celebración, comencemos por reconocer nuestros pecados.
§ Tú que por el misterio pascual nos has obtenido la salvación: Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
§ Tú que no cesas de actualizar entre nosotros las maravillas de tu pasión. Cristo, ten piedad
§ Tú que, por la comunión de tu cuerpo, nos haces participar del sacrificio pascual. Señor, ten piedad
ORACIÓN
Señor Jesucristo, redentor de los hombres, que en tu pasión quisiste soportar nuestros sufrimientos, te pedimos por estos hermanos nuestros que van a recibir el sacramento de la Unción de los enfermos, dales fortaleza en su debilidad, aviva en ellos la fe y la esperanza y reconforta su cuerpo y espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor.
MONICION A LA LAS LECTURAS
Para Jesús y las primeras comunidades de cristianos los enfermos y los más débiles ocupaban uno de los primeros puestos. Es difícil entender a Jesús y su mensaje sin su dimensión sanadora. Hoy, también, para la nueva generación de discípulos, los enfermos deben ocupar un puesto de privilegio.
LECTURA DE LOS HECHOS DE LOS
APÓSTOLES
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo:
Jefes del pueblo y senadores, escuchadme; porque le
hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder
ha curado a ese hombre.
Pues quede bien claro, a vosotros y a todo Israel, que ha sido en nombre de Jesucristo
Nazareno, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, éste se presenta sano
ante vosotros.
Jesús es la piedra que desechasteis vosotros,
los arquitectos, y que se ha convertido
en piedra angular; ningún otro puede salvar y, bajo el cielo no se nos ha dado
otro nombre que pueda salvarnos.
CANTOA MODO DE SALMO
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un
centurión se le acercó diciéndole:
-Señor, tengo en casa un
criado que está en cama paralítico y sufre mucho.
Él le contestó:
-Voy yo a curarlo.
Pero el
centurión le replicó:
-Señor, ¿ quién soy yo para
que entres bajo mi techo? Basta que lo digas de palabra y mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes: Y
le digo a uno “ve”, y va; al otro, “ven”, y
viene; a mi criado, “ haz esto”, y lo hace.
Cuando Jesús
lo oyó quedó admirado y dijo a los que le seguían:
-Os
aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe
Y al centurión le dijo:
-Vuelve
a casa, que se cumpla lo que has creído.
PRESENTACIÓN DE LOS QUE VAN A
RECIBIR LA UNCIÓN
Vamos a celebrar
ahora el sacramento de la Unción, en el que nuestros hermanos recibirán, por la
imposición de las manos y la unción con
el óleo santo, la fuerza de Jesucristo,
que cura y salva.
Van a recibir el
sacramento de la Unción: (Se leen
los nombres de los que recibirán el sacramento y ase adelantan hasta las
gradas del altar).
ACCIÓN DE GRACIAS SOBRE EL
ÓLEO
(Se coloca en
lugar visible un recipiente con el óleo y el
celebrante dice la oración
siguiente):
Demos ahora
gracias a Dios por el óleo con el que
ungiremos a nuestros hermanos.
Podéis responder a cada invocación diciendo: Bendito seas por siempre, Señor.
§ Bendito seas, Dios, Padre
todopoderoso, que por nosotros y por
nuestra salvación enviaste tu Hijo al
mundo.
R/Bendito seas por siempre,
Señor.
§ Bendito seas, Dios, Hijo
unigénito, que te has rebajado haciéndote hombre como nosotros, para curar
nuestras enfermedades.
R/Bendito seas por siempre,
Señor.
§ Bendito seas, Dios, Espíritu
Santo Consolador, que con tu poder fortaleces la debilidad de nuestro cuerpo.
R/ Bendito seas por siempre,
Señor.
Fortalece, Señor, a estos hijos tuyos, a quienes
ahora, llenos de fe, vamos a ungir con el óleo santo; haz que se sientan
confortados en su debilidad y aliviados en sus
enfermedades y sufrimientos. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
MONICIÓN A LA IMPOSICIÓN DE
LAS MANOS Y LA UNCIÓN
Ahora,
el celebrante, junto con los demás sacerdotes, impondrá las manos, y ungirá con
el óleo santo a nuestros hermanos.
Son unos gestos que provienen de Jesús. La imposición de las manos y la unción en la
frente y en las manos son signos que expresan la presencia de Dios en ellos,
para confortarlos y fortalecerlos en el cuerpo y en el espíritu.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS Y
UNCIÓN DE LOS SACERDOTES
(El celebrante y los
sacerdotes concelebrantes imponen las manos en silencio sobre la cabeza de cada
enfermo. A continuación, los unge en la frente y en las manos diciendo: )
Por
esta Santa Unción
y
por su bondadosa misericordia
te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo,
R/. Amén.
Para que,
libre de tus pecados,
te conceda la salvación
y te conforte en tu enfermedad.
R/ Amén.
Oración
Señor, mira con bondad a nuestros hermanos
que, sintiéndose débiles por el peso de sus años,
piden recibir la gracia de la santa unción
para bien de su cuerpo y de su alma;
concédeles que, confortados con el don del
Espíritu santo,
permanezcan en la fe y en la esperanza,
den a todos ejemplo de paciencia
y así manifiesten el consuelo de tu amor.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
ORACIÓN UNIVERSAL
Sacerdote.- Presentemos nuestras plegarias a Dios,
nuestro Padre. Oremos por el mundo entero y por la Iglesia. Oremos hoy,
especialmente, por estos hermanos nuestros que han recibido el sacramento de la
santa Unción.
Respondemos a cada petición diciendo: Escúchanos,
Padre.
§ Para que el Espíritu de Dios
llene el corazón de nuestros hermanos que acaban de recibir la santa Unción, y
les comunique su fuerza y su alegría. Oremos al Señor.
§ Para que les sostenga en sus
dificultades y mantenga siempre viva en ellos la llama de la fe y de la
esperanza. Oremos al Señor.
§ Para que todos los que, en
cualquier lugar del mundo, sufren en el cuerpo o en el espíritu encuentren en
Dios fortaleza y paz. Oremos al Señor.
§ Para que los que se dedican
al cuidado de los enfermos o a la investigación, para curar las enfermedades,
realicen su tarea con espíritu generoso y Dios les bendiga con su bondad.
Oremos al Señor.
§ Por la Iglesia y por
todos los que estamos aquí reunimos,
para que vivamos, llenos de la alegría del Evangelio. Oremos al Señor.
Sacerdote.- Mira bondadoso, Señor, a estos hermanos nuestros enfermos y a todos los que sufren. Hazle sentir tu amor, haz que ponga siempre en ti su esperanza. Por...
BENDICIÓN SOLEMNE
Pidamos ahora solemnemente la bendición de Dios.
Podéis responder Amén a cada una de la invocaciones.
Que Dios Padre os bendiga.
Que el Hijo de Dios os conforte
Que el Espíritu Santo os ilumine
Que el Señor proteja vuestro cuerpo y salve vuestra alma.
Que haga brillar su rostro sobre vosotros y os lleve a la vida eterna.
Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os
bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
****************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario